miércoles, 21 de enero de 2009

Peculiaridades de la familia de mi abuela ( I )


Flora Margarita nació de la Unión de Federico Sariol y Concepción Céspedes, tronco que engendró múltiples vástagos.
Federico, ante el llamado de la Patria en la Guerra del 95 contra el coloniaje español en Cuba, inmediatamente se unió a las tropas mambisas y tras él fueron su incondicional esposa y los hijos que ya tenían; allí en la manigua, Conchita parió a Sarah mientras su conyuge desempeñaba su cargo de soldado (luego alcanzó grados) y corneta de la tropa.
De los veintitantos hijos que tuvieron, sobrevivieron once, en todos los cuales se observaron tempranamente dos aptitudes; en unos casos una u otra, en otros las dos: la facilidad para la música, poesía y/o improvisación y la habilidad para la aritmética (todavía no se decía matemática).
Podemos citar casos como el de Antonia (Ñica) excelente intérprete de piano, Luis Basilio, eminente abogado criminalista y precursor de la matemática moderna, Federico, músico y compositor, con cuyo nombre se honra el Concurso Provincial de Música de la provincia de Ciego de ävila (y uno de los más simpáticos en una familia de gente realmente simpática), César (Pili) que podía componer un poema sobre el tema que le fuera dado, en muy poco tiempo e incluso improvisarlo en el momento (muy buén músico igualmente).
Anécdotas de ellos hay muchas; me gustaría compartir con ustedes algunas de las más “sabrosas”. Iré numerando las anécdotas a medida que las publique.
Todos los hijos le decían a su madre Mamá Conchita, nombre que poco a poco fueron adoptando no sólo sus nietos, sobrinos y otros familiares, sino las amistades y la población en general,
De este horcón, del cual nació la familia existe una historia de la infeliz época del Machadato; en ese momento casi todos los miembros de la Banda Municipal de Ciego de Avila (BMCA) —en aquel momento perteneciente a la provincia de Camagüey— eran hijos, yernos o sobrinos de ella y como los instrumentos eran costeados por los músicos, éstos los guardaban en la casa materna.
Cierto día en que la Banda interpretó en la Glorieta del Parque Martí una pieza musical que se consideraba antimachadista, un guardia rural a caballo, se presentó al día siguiente en el domicilio de Concepción, para decomisar los instrumentos de la BMCA; la valiente matrona (que a la sazón ya era viuda), y que no medía mucho más de 5 pies de estatura, salió al portal de la casona, al que había subido el jinete en su caballo.
El guardia vociferó: —Mamá Conchita, vengo a decomisar los instrumentos de la Banda por órdenes superiores.
Ella, tomando al noble bruto por las riendas, le dijo con voz firme:
—Si señor, puede entrar y llevarse los instrumentos, pero primero me tiene que matar y luego pasar sobre mi cadáver.
El ¡—SEÑOOOOORAAAAAAAAAAA!— del militar disfrazó su confusión y luego de pensarlo medio segundo dio vueltas a las riendas y se marchó.
Pero no todas las historias que escuché miles de veces fueron tan dramáticas; hay una que me gusta especialmente porque pone de manifiesto otra característica de los Sariol-Céspedes: su gracia del tipo llamada comúnmente en Cuba, "chotería".
Mamá Conchita y Papá Federico eran católicos de tomo y lomo y en su casa no se usaba el nombre de Dios en vano…….eso lo sabían sus hijos.
Cierto día en que había un ciclón y la madre de familia oraba arrodillada ante el enorme cuadro de la crucifixión que había en la sala, para que protegiera a la familia, llegó Federico (Federiquito para la familia) que como todos los hijos que ya había volado del nido, iba diariamente a ver a su madre.
Al encontrarla rezando tan piadosamente se le ocurrió una broma que le pudo costar muy cara; interrumpiendo los rezos de su madre miró con expresión absorta al Cristo y declamó teatralmente:
Oh que pestífero olor
Sale del crucificado
Parece que se ha cagado
El Divino Redentor.
Por supuesto que fue echado a cajas destempladas de la casa por su madre, bajo las ráfagas del ciclón que ya se comenzaban a sentir; y solamente después de algún tiempo, disculpas por medio, logró ser admitido nuevamente en el hogar.

1 comentario:

  1. Clarita,
    hacerte quisiera una preguntita,
    Si no es mucho trabajo
    y sin ponerte bocabajo
    tu comentario borrado
    en la duda me ha enterrado...

    Un saludo desde refranescubanos.com

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